Para la época que vivimos, se acostumbra colocar títulos a los grupos de profesionales y es frecuente catalogar a los Profesionales de Enfermería como héroes o ángeles.

Día de los Profesionales de Enfermería

La celebración del Día de la Enfermería el 12 de mayo es una fecha propicia para reflexionar acerca del papel de este numeroso equipo de hombres y mujeres que dedican su vida al cuidado de la humanidad.

Son los Profesionales de Enfermería quienes «vestidos de garza blanca» (parafraseando la canción del Maestro Aries Vigot), protagonizan este artículo.

Por lo anterior, considero importante hacer un reconocimiento más profundo y permanente a los profesionales de enfermería.

Para ello, utilizaré tres escenarios desde mi experiencia profesional.

1: Rol de los profesionales de enfermería para los Médicos en formación

El primer escenario de análisis corresponde a mi época de estudiante.

Para esa época, solamente las mujeres ejercían esta noble profesión, y fueron fuente de importantes enseñanzas.

Conservo en mi mente gratos recuerdos de profesionales de enfermería y auxiliares quienes en ese entonces alertaron sobre situaciones del paciente que como novel médico no alcanzaba a percibir.

En cambio, su agudo sentido clínico y experiencia, permitieron orientar la situación clínica de la manera más apropiada para el paciente.

Incluso en la realización de procedimientos menores, muchas veces fueron ellas quienes advirtieron situaciones con su aguzado «ojo clínico».

2: Sistemas de gestión de Calidad y los profesionales de enfermería

El segundo escenario tiene que ver con mi trabajo como asesor en sistemas de gestión de calidad.

Son los profesionales de enfermería, junto con los bacteriólogos quienes tienen las habilidades más propicias para la implementación de sistemas de gestión de calidad y su auditoría.

De esta manera lo expresé en el programa Pausas Activas en Familia– emitido con motivo del Día de la Enfermería.

Posiblemente se debe al rigor con que ellos han aprendido a aplicar los diversos protocolos de atención, o a la obsesión con la que asumen cada detalle del paciente y su familia.

Igualmente tiene mérito la formación en la respectiva institución educativa, donde se sembró la semilla de hacer las cosas bien, y siempre.

3: Sentido humanista de los profesionales de enfermería

Y el tercer escenario es el humano.

En todo mi ejercicio profesional, ya sea como clínico, como consultor empresarial, o en los diversos cargos directivos ocupados, siempre he interactuado con profesionales de enfermería.

Y con base en esto, puedo decir que todos han aportado su «toque mágico de ángel humano», ya sea en los ambientes altamente especializados de una Unidad de Cuidado Intensivo o en la consulta.

También se vive en una sala de radioterapia o quimioterapia o un quirófano, hasta la atención en un humilde hogar cuando realizan visita domiciliaria.

La escena se repite en las incómodas instalaciones cuando viajan a brigadas de salud rurales, o en las jornadas de vacunación; desde el elegante consultorio de un cotizado especialista o centro asistencial, hasta el sencillo consultorio particular o el centro de salud.

Todos los profesionales de enfermería son una muestra viviente de que el papel de héroes no es producto de la coyuntura «Covídica» sino un sello permanente de su actuar profesional.

Esto lo afirmo, asumiendo que lo hacen inspirados en la misericordia divina -amén del credo que cada uno profesa-.

Justo reconocimiento

Es el momento de brindar un justo reconocimiento a todos:

Profesionales de enfermería y auxiliares, dedicados a funciones asistenciales o administrativas.

Los que ejercen como auditores o auditados, los docentes y estudiantes de enfermería.

A todos estos hombres y mujeres, nuestro sincero reconocimiento, no como héroes, sino como ÁNGELES DE LA SALUD.